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Alejandro Kurz: «Esto recién empieza»

De soñar en aquellas aulas del Colegio Pellegrini a tocar en los escenarios más importantes del país: ese camino trazó El Bordo con varios discos editados y un grupo de seguidores cada vez más grande que los acompañan. “Esto recién empieza” dice Alejandro Kurz, la voz y la letra de la banda que desde 1998 transita el ambiente del rock nacional para llegar hoy a tocar, en pocos días, por primera vez en el Luna Park. Siempre sincero con lo que siente, hace un repaso de sus inicios, su experiencia personal como escritor y la actualidad que hoy atraviesa junto a Pablo Spivak, Miguel Soifer, Diego Kurz y Leandro Kohon, antes de dar su gran paso.

- El Bordo empezó como un grupo de amigos con el sueño de tener una banda y hoy es una de las más importantes del rock nacional. ¿Qué pensás cuando recordás esos inicios y ahora ves el presente que están teniendo? 

- Recuerdo que éramos unos chicos con ganas de tocar, solo eso teníamos. Un equipo de lo más primitivo: un par de canciones, algunos covers de bandas que nos gustaban y la ilusión de que algún día alguien iba a cantar nuestras canciones. Hoy en día, si bien pasaron 18 años, la sensación no es tan diferente, siempre continúan las ganas de aprender, de crecer y de divertirnos juntos.

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El Bordo se presentará el próximo 22 de mayo en el Luna Park a las 21:30 horas. Será su primer recital en ese mítico lugar y emblema de la música nacional, donde harán repaso de sus 6 discos editados. (Twitter)

- Siempre resaltan la comunión que hay entre ustedes y eso lo logran contagiar a su público. Su último disco -Hermanos (2014)- lo refleja en sus canciones. ¿Cómo logran que la relación, con el tiempo, no se desgaste, sino todo lo contrario, se afiance cada vez más? 

- Pasándola bien, haciendo cosas que nos gustan y evitando hacer cosas por obligación. Si algo no lo sentimos, no lo hacemos. Tratamos de juntarnos más allá de los ensayos, a comer o a escuchar música, porque más allá de una banda de rock somos un grupo de amigos.

- ¿Qué tratás de transmitir cuando escribís las canciones? 

- Lo que siento. Suelo componer de una forma bastante inconsciente. Siempre tengo un cuaderno a mano en el que voy escribiendo, pero la inspiración es algo mágico. De golpe baja con letra y música, como si alguien te dictará desde adentro de tu oído.

- Estudiaste Ciencias de la Comunicación Social en la UBA, pero abandonaste la carrera. No obstante, hoy en día, ejerces un rol de comunicador desde tu lugar de músico. ¿Creés que asumís una responsabilidad ante tu público con lo que comunicás? 

- Trató de ser sincero siempre. No apuesto a la postura sino a la transparencia. También soy consciente de cuán imperfecto soy y lo suelo incluir en lo que escribo. Creo que eso es algo con lo que todos podemos identificarnos.

Alejandro, la cara visible de la banda, en uno de los acústicos del 2015.

- En un momento, saliste de la música y te animaste a plasmar tu prosa en un libro de poemas llamado “Oikumene” (2013). ¿Cómo te viste en esa nueva faceta? ¿Cómo se produjo el salto de la canción al poema?

- No fue algo nuevo, porque siempre escribí más allá del formato canción: poesía o incluso cuentos (de chico escribía muchos). El trabajo con “Oikumene” fue más de recopilación que otra cosa. Me puse a buscar en cuadernos de los últimos años y encontré muchas cosas que me sorprendieron.

- Declaraste en otras entrevistas que leer libros es una de tus fuentes principales de inspiración. ¿Cuáles son tus principales influencias? 

- Castaneda, Nietzsche, Maquiavelo. Me gustan mucho las biografías históricas. También los poetas malditos y las lecturas sobre budismo o culturas no occidentales siempre me encantaron.

- En este recorrido de la banda hay un desarrollo musical como grupo, que se ve en los temas de los primeros discos, que ahora suenan de otra manera en los recitales. ¿Qué es lo que los impulsa a hacer esos cambios?

- Hoy en día, cuando tocamos canciones de la primera época, no nos sale hacerlo como están grabadas. Naturalmente, las aggiornamos al toque actual. Y, de esa manera, se convierten prácticamente en canciones nuevas.

- Tocaron en varios de los escenarios más importantes del ambiente y junto a grandes artistas del rock nacional. A días de tocar en el Luna Park, ¿les queda algún sueño por cumplir o ya se sienten realizados? 

- Muchos: hacer mejores discos, mejores canciones, dar mejores shows. Creo que esto recién empieza.

EL ENTREVISTADO

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Alejandro Kurz. (Twitter)

Nació en Buenos Aires el 12 de diciembre de 1982. Hizo sus estudios en el Colegio Pellegrini donde conoció a Pablo Spivak y a Miguel Soifer quienes juntos fundaron en 1998 a la banda de rock nacional “El Bordo”.  Inició brevemente la carrera de Comunicación Social en la UBA pero luego la abandono para dedicarse plenamente a la música. Es el compositor de todas las canciones y guitarrista del grupo. En un tema se describe “medio sordo con dedos de lata” ya que nació con problemas de audición en un oído y tuvo una fractura en una mano que hizo peligrar su carrera. Como escritor, tuvo su incursión personal en un libro de poemas (Oikumene), donde recopilo todos sus escritos y entre ellas algunas canciones que nunca fueron grabadas. Junto a Santiago Aysine (cantante del grupo de rock “Salta la banca”) lanzaron una gira llamada “Seremos hermanos” dando shows acústicos en los que interpretaban covers de otras bandas del rock y hacían un repaso por el repertorio de temas de cada uno de sus grupos. También trabajó como productor musical colaborando con el sonido de otros grupos del ambiente. Junto a “El Bordo” edito 6 discos de estudio: “Carnaval de las heridas” (2002), “Un grito en el viento” (2004), “En la vereda de enfrente” (2006), “Yacanto” (2007). “Historias Perdidas” (2010) y el ultimo “Hermanos” (2014). También grabaron el cd/dvd en vivo “Vivo en lo que pensas” (2012). Este año con la banda lo espera la realización de su primer Luna Park y posteriormente la grabación de un nuevo cd de estudio.


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Nació en 1994 y aunque es porteño, siempre vivió en el campo. Es amante del fútbol, y sueña desde chiquito con ser un futbolista pero creció con dos pies izquierdos que le frustraron la carrera. Hizo toda su escolaridad en un colegio de orientación económica, aunque siempre supo que la comunicación era su vocación. Trabajó como repartidor y tiene un magisterio en supermercados chinos. Ahora es casi un licenciado en comunicación y es socio vitalicio de la UNGS desde el 2012. La música es su cable a tierra. Sabe usar hashtags, pero los 140 caracteres le quedan cortos para expresarse. Y si le preguntan sobre una serie o una película: seguro que no la vio.