Casi, casi licenciada en comunicación. Creció en los 90, leyendo mucho, ensayando escribir de todo y consumiendo música en videos por TV, cuando no se sabía lo que era el streaming (sí, existió tal época). Ahora es docente de la escuela secundaria pública (de las que dejan tomar mate en el salón), investiga el fenómeno cultural de los sikuris urbanos y participa en un proyecto de cine comunitario dentro del Ciclo Reencuentros con Pueblos Originarios de la UNGS. Además es mamá, hija, hermana y amiga.
Para decir “Ni una menos” hay que dedicar una tarde de viernes en este otoño fresco para ir a juntarse..