Bebe Contepomi: “Con el periodismo logré lo que nunca soñé”
La sonrisa del conductor de La Viola es una costumbre en la productora El Bajo de Palermo. Se lo percibió relajado y natural en esta nota, donde habló de su carrera profesional, la familia y el periodismo.
- ¿Cómo fue criarse en una familia donde lo que prevalece es el rugby?
- Mi viejo está muy ligado al rugby desde muy chico. Mamá era fanática. Papá jugó en los Pumas también. Yo jugué al rugby hasta que probé el whisky y fui a ver a Los Abuelos de La Nada. Además, ser deportista requiere estar muy preparado, te golpeás mucho. Igual, sólo jugué hasta los 18 años, después preferí más los libros y la noche, no como joda, sino como lugar de inspiración y de trabajo. El periodismo, básicamente. Después dejé de jugar, pero a pesar de ello seguí muy ligado al rugby. Me apasiona, es un deporte que entiendo mucho. En casa mamamos mucho la ovalada y como sé mucho también, me gusta bastante.
- ¿Por qué decidiste estudiar comunicación y más específicamente la rama del periodismo?
- Mirá, en mi familia no hay antecedentes de periodistas, soy el primero. No es que tuve un espejo donde mirarme. Fue algo natural, desde muy chico, desde los 12 o 13 años me gustaba estar informado, de chusma, estar al tanto de las cosas que pasaban. Primero en mi colegio, después en casa, más adelante en el país y por último en el mundo. Fue un proceso como natural. Con esa inquietud que me generaba la información, después empecé a leer los diarios, a estar informado, y cuando tuve que elegir una carrera, decidí ser periodista.
- ¿Por qué decidiste inclinarte por el lado de la música?- Yo hice muchas cosas dentro del periodismo. Terminé especializándome en la música porque la amo, amo el rock y también porque era una de mis pasiones. Pero no fue estrictamente una elección; me fui especializando con el tiempo. Hice periodismo de espectáculos, musical, político, fui productor, videografista y editor en un canal. Hice muchas cosas. Después, a partir de “La Viola” me fui especializando en música, pero no fue una cosa premeditada.
- Dentro de todos estos proyectos que fuiste haciendo, ¿cuál considerás que es el más importante de tu carrera?
- El más importante sin lugar a dudas es “La Viola”. Que haya funcionado como programa de rock dentro de un canal de noticias como TN es toda una rareza. “La Viola” promovió mucho el rock argentino. Le hizo y sigue haciendo notas a bandas desconocidas que después terminan siendo conocidas. Y además creció con muchas bandas, aquellas de los 90 que hicieron sus primeras notas en televisión. Cumplió un rol muy importante para mí como periodista y creo que para la música argentina en general.
- ¿Cómo es la relación con tus hermanos, Manuel y Felipe?
- A mis hermanos, como familia, los amo mucho y, como jugadores de rugby, los admiro mucho. Yo fui muy fanático. Ahora ya dejaron de jugar, pero mientras jugaron fui muy hincha de ellos. No me perdía un partido, trataba de ir a verlos siempre, me apasionaba verlos jugar. Me parecían unos cracks los dos, cada uno en lo suyo. Me generaron una inmensa admiración y muchas ganas de verlos. Por eso, siempre que pude los fui a ver, ya sea en Los Pumas, en Newman o en donde jugaran. Me parecían y me parecen unos ejemplos de jugadores.
- ¿Creés que esta admiración que tenés por ellos es recíproca?
- Yo creo que a ellos les gusta mi trabajo. Felipe y Manuel son muy rockeros también. Hemos ido mucho a recitales juntos. Entiendo, igual, que lo mío es más de pico y pala, más trabajador. Ellos son más figuras, más talentosos y se destacan en algo muy difícil de hacer, pero creo que también admiran mi trabajo y lo ven.
- ¿Qué se siente que una persona como tu padre diga que sos el más exitoso de todos sus hijos?
- Lo debe decir como chiste. Papá admira mucho mi libertad, y en muchas cosas pensamos distinto. Siempre me apoyó en todo. Le debo mucho a él y a mamá; mi amor por la música y por el periodismo. Porque ellos sin saber mucho del tema me apoyaron. Entonces, capaz que fui el más difícil de criar, no el más exitoso. Pero bueno, les salió bien. A papá lo amo mucho y él me ama. Que haya dicho eso seguramente fue una manera de decir que fui el más complicado, que al final terminó bien la historia.
- En la historia reciente, el papel de los medios parece ser más trascendental. Vos trabajás en un lugar muy cuestionado por ciertos lados y muy visto por gran cantidad de gente. ¿Cómo manejás y percibís la forma de trabajar ahí?
- Como yo hablo de música, nunca tuve ningún problema. La verdad es que no hablo otra cosa que no sea de eso, y la música une en vez de desunir. No tiene contras: te puede gustar o no pero en definitiva termina uniendo al que piensa de una manera o de otra. No estoy muy metido en el problema que mencionás, ni tampoco me repercutió o llegó. Nunca tuve problemas con nadie, es decir, los músicos siempre me dieron notas, todos. Entiendo lo que preguntás, pero a mí no me tocó esa división, pelea o problema.
- Mencionaste recién las entrevistas. Realizaste muchas en tu carrera. ¿Cuál considerás que fue la más importante de todas ellas?
- Entrevisté muchos, pero si te tengo que mencionar dos, me quedo con Paul McCartney de los Beatles y Keith Richards de los Rolling Stones. Haber entrevistado a un Beatle y a un Rolling Stone me marcó mucho. Fue un momento único y sublime en mi vida. Como periodista y como persona, porque los admiro mucho. Al igual que a tantos otros: U2, Roger Waters, Rod Stewart, varios de los que entrevisté. Pero me quedó con ellos como mis dos preferidos.
- De cara al futuro, ¿tenés nuevos proyectos en mente o preferís seguir haciendo lo de ahora?
- La verdad que ahora pienso en trabajar, trabajar y trabajar. Estoy bastante hecho. Todo lo que logré con el periodismo, nunca soñé ni cerca que lo iba a lograr. Los lugares donde fui, las personas que conocí, los programas que hice, lograr la perdurabilidad de La Viola. Con lo cual, ahora quiero sostener. No quiero inventar más nada, sólo sostener lo que tengo.
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