El Estado debe devolver a las mujeres el derecho pleno a la sexualidad
Desde 1986 Dora Barrancos es investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), institución en la que se desempeña desde 2010 como Directora en representación de las Ciencias Sociales y Humanas. También es consultora de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA), directora del Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género de la Facultad de Filosofía y Letras y una inagotable militante feminista. En los siguientes párrafos, Dora ilumina con su palabra temáticas latentes hoy en día: la crítica realidad del CONICET, el auge del feminismo en la Argentina y el particular caso de Milagro Sala.
- Este año fue emblemático dentro del movimiento de mujeres en la Argentina. ¿Cuáles consideras que fueron los factores determinantes que impulsaron la gran ola feminista? ¿Qué cambios produjo esto en la sociedad?
- En primer lugar, hay una suma de circunstancias que finalmente originaron este extraordinario cauce de masividad feminista. La primera es la propia historia reciente del feminismo en la Argentina; el hecho de que se haya recuperado la democracia y se hayan generado distintos feminismos fue muy importante. Hablamos, así, de grupos feministas que abarcan zonas más amplias y tienen mayores condiciones de posibilidades de influir. Hay que tener presente la historia del feminismo de los años ochenta, los noventa y los inicios del siglo XXI, con la producción de un conjunto de leyes muy importantes. Este feminismo renacido tiene aspectos concretos de la segunda ola feminista, claramente. La segunda circunstancia fue la mayor visibilidad de derechos personales; aunque esto tiene que ver con el feminismo, no tiene completa asimilación. Sin embargo, las conquistas del matrimonio igualitario e identidad de género produjeron un reverbero importante en las nuevas generaciones, los jóvenes. No se puede soslayar la importancia de haber adquirido semejante corpus legal.
- Ni del colectivo Ni Una Menos.
- Efectivamente. La tercera cuestión es el colectivo Ni Una Menos y su exigencia planteada al Estado y a la sociedad para que se termine de una vez por todas la violencia letal contra las mujeres. El Ni Una Menos surgió en 2015 y fue una experiencia de masividad completa en la sociedad que alcanzó desde luego grandes movilizaciones, como las del 3 de junio y el 8 de marzo. Este movimiento generó la concatenación de opiniones, de sensibilidad y de nuevos sentimientos. Fue un fluir notable. Por otro lado, aparecida la oportunidad de obtener la ley del aborto legal, hubo una magnetización de todas estas circunstancias, hubo un avivamiento de la subjetividad en las más jóvenes, una oposición a todas las formas del patriarcado y las formas autoritarias. Por último, en estos años del siglo XXI, las, los y les jóvenes conquistaron mayores garantías en términos de sexualidad y de identidad sexo-género. Esto ha sido notable, esa experiencia más libre, más abierta que se consagró al calor de una sociedad que se democratizó notablemente. De modo que es ahí el conjunto de circunstancias que tiene tanto que ver con la marea verde.
- El debate por el aborto en el Congreso contó también con una fuerte oposición. Teniendo en cuenta además, que en el marco del 33° Encuentro Nacional de Mujeres hubo compañeras que sufrieron una dura represión, ¿Consideras que esta ola reaccionaria puede imponer trabas o retrocesos en el movimiento de mujeres?
- Puede querer imponer retrocesos pero será muy difícil poner un bozal al grito que se ha levantado con tanta fuerza. La cantera más conservadora y reaccionaria se ha manifestado en algunos lugares impidiendo que docentes informen sobre educación sexual. Hubo agresiones de algunos grupos hacia las mujeres, tanto verbales como físicas, en el encuentro 33 de Trelew, por ejemplo. Soy una optimista en este punto, creo que no podrán. Esta marea es incontenible, el resplandor extraordinario que ha producido la propia movilización de todas da mucha fuerza, no puede retroceder.
- Lo ha dicho muchas veces, pero tal vez convenga repetirlo: ¿Por qué considera tan importante el derecho al aborto legal, seguro y gratuito?
- He sido muy clara en que si se trata el aborto como una cuestión de salud pública, hay que pensar que antes se trata de un problema de libertad esencial humana, un derecho básico dentro de los derechos humanos. Un derecho que está implicado con la decisión y la autonomía sobre el cuerpo, el hecho de tomar decisiones sobre la procreación. La legalización del aborto irrumpe sobre el mandato procreativo, patriarcal y arcaico. La idea es que las mujeres deben tener los mismos derechos a la sexualidad que los varones, el derecho a gozar, el deseo a tener placer. No puede haber obstáculos, por parte del mismo Estado. En Argentina hay una obstrucción a esa libertad y a ese derecho si continúa la penalización por aborto. En el país, el embarazo en el 80 por ciento de los casos es un resultado contingente, no es una circunstancia que se procura. Es una fatalidad inexorable el llevar adelante un embarazo que no se desea. El gestar debe ser un acto de completa decisión, de autonomía y no puede ser la circunstancia de un procedimiento meramente de ejercicio de la sexualidad. El goce a la sexualidad no está previendo para nada el embarazo. Yo creo que el Estado debe devolver a las mujeres el derecho pleno a la sexualidad y el derecho a decidir si se lleva adelante el resultado del coito heterosexual.
- Se han empezado a implementar diplomaturas y capacitaciones especializadas en cuestiones de género, políticas públicas y participación en distintas universidades nacionales ¿qué importancia tienen este tipo de iniciativas educacionales en este camino a recorrer?
- Son fundamentales. Siempre diremos que al patriarcado lo vamos a combatir no con el código penal en la mano sino con una nueva civilización, una nueva cultura en toda la sociedad, de modo que son fundamentales los actos educativos. Para las feministas de la vieja guardia, hay que asegurarse una construcción de la igualdad, equidad y conocimiento acerca de la sexualidad en todo el sistema educativo. En orden a igualar las condiciones de posibilidades de todos los seres humanos, más allá del sexo-género al que aspiren, es muy difícil para el Estado ingresar a los hogares y revisar cómo se está educando a los niños. Es mucho más realista en cambio, que el Estado se imponga en una formación de toda la planta docente a la altura de estos requerimientos anti patriarcales. El Estado debe plantearse como objetivo el implemento de modificaciones curriculares que garanticen la equidad de género en todo el sistema educativo. Será un aprendizaje fundamental porque ya sabemos cuál es la marca que implica para la sociedad el trabajo educativo.
- Milagro Sala lleva más de 1000 días en la cárcel. Pese a los distintos fallos que hubo a su favor por parte de Organismos Internacionales, su situación no ha cambiado. ¿Cómo analizás este emblemático caso de persecución política?
- El caso debe ser caracterizado como un caso de ominosa persecución, es gravísimo mantener en la cárcel a Milagro. Es una marca, señal, un acto que evidencia la falta de estado de derecho en nuestro país. Estamos en este momento sin estado de derecho, la prisión de Milagro fue reveladora en materia de garantías constitucionales, había una estridencia en esta prisión que era amenazante para varios conjuntos. Esa prisión fue una prefiguración de la persecución, de la forma que iba tener la justicia en estos momentos, es gravísimo, es una circunstancia que altera por completo el plano de garantías de la constitución. Vamos a decir que ahora sí, con los mil días de prisión y con las prisiones que han sucedido a otras compañeras, sobre todo mujeres, se está mostrando claramente la suspensión del estado de derecho en nuestro país. Hay una manipulación antojadiza de la justicia, esto es gravísimo porque están de alguna manera suspendidas las garantías constitucionales.
- Como investigadora y directora del CONICET, ¿cómo describirías la actual problemática que atraviesa la institución frente a la reducción de recursos, en el marco de la discusión del presupuesto para del año que viene?
- Es un presupuesto completamente regresivo. Voy a conjeturar algo que no considero demasiado extralimitado: si ponemos este presupuesto en valores constantes, tenemos el presupuesto del 2014. Tenemos apenas un aumento en términos absolutos para el rubro salarios y becas. Ahí se resuelve la cuestión salarial del año. Hay una novedad en este presupuesto, que también ha ocurrido con las universidades, y es que el posible aumento de salarios de 2019 está embutido en lo que se conoce como “Rubro 1”. Esto es de una gravedad inusitada, nunca ha ocurrido esto. Las reglas del Estado implican que cuando hay aumentos salariales, salen de otras partidas, no del presupuesto asignado, en este caso, a la función Ciencia y la autarquía del CONICET. Si se ven los presupuestos de las universidades se va a encontrar esta novedad. Esto, repito, no es la regla: la regla dice que debería haber partidas extrapresupuestarias cada vez que haya un aumento salarial. Esta es la primera cuestión: se está compensado el aumento salarial dentro del mismo presupuesto. La segunda cuestión es la referida a transferencias: el CONICET va tener 500 millones menos que el año pasado en términos absolutos. Esto quiere decir que hay un decrecimiento que impedirá la asistencia a las unidades ejecutoras dependientes del CONICET. En todo ese rubro (que tiene que ver con las transferencias de partidas para atender el desarrollo elemental y la cotidianidad de las unidades en dependencia) tendremos gravísimos problemas. En términos generales, hay un aparente crecimiento del 20 por ciento que en realidad está enmascarando un ajuste, ya que dentro de lo que se destinaría al rubro 1, se prevén los aumentos de salarios.
- ¿Consideras que esta pérdida de recursos es también una pérdida de derechos de participación en la vida científica?
- Sin duda, porque estamos hablando, en términos más o menos nominales, de que podrá haber una incorporación al CONICET de apenas 450 investigadores. Cifra que es bastante imaginaria, pues si se contabiliza bien el recurso, no va dar 450. En el año 2014 ingresaron alrededor 750 nuevos investigadores e investigadoras, y durante el año 2015, se iba ingresando al CONICET por etapas. Generalmente hacia septiembre u octubre ya se habían producido todos los ingresos resueltos en la postulación del 2014. Ahora tenemos unos atrasos considerables. Además, hay que tener en cuenta que una cosa es la resolución de ingreso que produce el Directorio y otra muy diferente es el alta real de los investigadores en el sistema. Teníamos una especie de bola de ingresantes que no habían efectivizado su ingreso y en este año el Ministerio de Modernización liberó las vacantes, por así decirlo. Se ha producido una cuestión paradójica en estos años: se tenía el recurso pero Modernización no liberaba las vacantes. En términos generales, esta circunstancia que estamos padeciendo es efectivamente una pérdida de autarquía del CONICET. Hay una lesión de derechos en este sentido, puesto que la promesa hecha a través del ingreso a la institución tarda más de un año en efectivizarse. Es una situación que ha sido regular en la administración del gobierno Macri.
- ¿Qué acciones políticas se plantean dentro del CONICET para hacerle frente al gran ataque del gobierno de Macri? ¿Existen acciones colectivas para impedir el vaciamiento?
- Relativamente. Voy a ser muy prudente en lo que voy a decir. El Directorio del CONICET tiene dos segmentos de posiciones claras por parte de los y las directoras. Hay un segmento que tiene una opinión bastante identificada con la que yo sostengo. Es un grupo de directores que tiene muchísima preocupación por lo que está sucediendo y manifiesta a menudo esa preocupación y además manifiesta su oposición a las políticas de Cambiemos para el sector de ciencia y técnica. Hay otro segmento del Directorio, por eso quiero ser cuidadosa, que está mucho más apegado a la realpolitik por así decirlo, del establishment gubernamental.
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