Milagros inesperados
Por Yago Ezequiel ArdelTodos los días a las 12:35 de la noche escucho un mensaje particularmente alentador a través de la caja boba que está en mi habitación. Un señor bajito, de traje y corbata, con corte de pelo militar, mira seriamente a la cámara y con un español espantoso me dice: “¡Pare de sufrir!”. “Buen consejo”, eso es lo que siempre me repito. Lo increíble es que este señor con un bronceado propio de Miami o Río de Janeiro, no es lo único bueno que tiene para decir. Si usted sufre esquizofrenia, hepatitis A, B, C, (hasta la Z), alguna infección, alucinaciones, incluso si tiene una partida de defunción asegurada (entre menos tiempo le quede, mejor), no sea iluso, no pierda más el tiempo yendo al médico (¿Quién necesita uno en la actualidad?). Vaya urgente a la casa de nuestro buen hermano proveniente del Brasil. El otro día, contaba cómo gracias a una botellita de agua (santificada por 750 monjes tibetanos, 500 jesuitas y 125 seguidores del Señor, que dan testimonio de hablar personalmente con Jesús de Nazaret todos los martes y jueves de 4 a 5 de la tarde) curó a 30 enfermos oncológicos, 40 mal formaciones y hasta se dio el lujo de revivir al dinosaurio de Susana Giménez.
Una pantalla normal desde la 1 hasta las 4 de la mañana.
Ahora bien, si usted es pobre, o muy muy pobre, o siente que más pobre no puede ser, no deje pasar el tren, hágale un bien a su bolsillo y visite a nuestro Big Brother, que la tiene super clara y que en menos de 6 meses lo va a ser más rico que el dueño de Facebook y Apple juntos. La semana pasada llevó a su programa a más de diez personas que contaron que tenían menos dinero que el Chavo del 8 y que después de conocer a nuestro gran amigo, (el padre Mario) como a él le gusta que lo llamen, se hicieron ricos… Si, escuchó bien, ricachones, adinerados, exitosos (incluso uno de los invitados contó que dirige un estudio jurídico y nunca estudió derecho) y todo gracias a él, el grandísimo padre Mario que es más sabio que el Libro Gordo de Petete y el oráculo de Delfos juntos.
Sé muy bien que ahora usted se estará preguntando acerca del fondo de la situación, cómo logra hacer todo esto nuestro gran hermano Mario. Bueno, si estaba pensando que es primo de Harry Potter y que el joven mago le prestaba su varita, penosamente debo contarle que se equivoca. Respecto de la chance de que el padre tenga en una jaula, privados de su libertad a un duende irlandés y a Campanita y los obligue a hacer milagros, también debo decirle que se equivoca. Lo único que usted debe hacer es creer en Dios, ¡si señor! ¡Claro que sí! El padre Mario dice que si usted cree en Dios, nuestro señor Jesucristo y toda la mar en coche, usted será absolutamente sano, rico y exitoso. Puede que usted ahora me diga que cree en Dios y que aun así no da pie con bola, bueno el padre Mario le contesta, que usted no lo hace lo suficientemente bien. Para empezar usted debe dejar atrás todos y absolutamente todos los vicios, si le gusta demasiado respirar el aire puro, también le sugiero que lo empiece a hacer con mayor mesura. Si usted logra llegar a completar con todos estos imposibles que Mario nos impone, lo único que queda es ir a visitarlo a él, a su mega casa, donde se reúnen todos los martes y domingos, los buenos seguidores del señor, exitosos, hombres de negocios, pseudo inmortales, para aportar algún billete, algún alquiler, algún auto, asado, vino, gaseosa, todo lo que se pueda aportar para la buena causa del señor Mario vale, porque su Dios es grande, y como es tan grande, mantenerlo cuesta un huevo.
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